Asumir como normal lo que en realidad es un problema
"Nuestra percepción de lo que es normal ha variado; el sobrepeso es ahora más común que inusual. No debemos permitir que otra generación crezca con obesidad como norma general", defiende el director regional de la OMS para Europa, Zsuzsanna Jakab. “La inactividad física unida a una cultura que promociona la comida rápida y barata rica en grasas, la sal y los azúcares, resulta mortal”, explica.
Según el informe de la OMS, los niños y niñas que presentan una tasa de sobrepeso más elevada son los griegos (33%), seguidos de portugueses (32%), irlandeses (30%) y españoles (30%). En el otro extremo de la tabla, los menores suizos y de los Países Bajos son los que tienen un peso más equilibrado.
La actividad física es la clave
La OMS asegura que hay 36 países europeos en los que más del 30% de los niños y niñas a partir de los 15 años no está realizando suficiente actividad física: “Debemos crear entornos donde la actividad física se vea fomentada y donde la elección de alimentos saludables sea, por defecto, la primera opción, independiente de la clase social. Son dos elementos que deben ser tomados muy en serio en todos los ambientes: escuelas, hospitales, ciudades, pueblos y lugares de trabajo”, ha explicado el gerente del Programa de Nutrición, Actividad Física y Obesidad de la Oficina Regional, Joao Breda.
Países que lo hacen bien
Por último, la OMS reconoce en su informe que algunos países se han esforzado por contener la epidemia del sobrepeso infantil. Así, Francia y algunos países escandinavos consiguen mantener unos índices normalizados gracias a la aplicación de todo un catálogo de medidas que van desde la promoción del consumo de fruta y verdudras en la escuela, pasando por el control de la publicidad hasta el incremento de los impuestos sobre los alimentos más calóricos.
La OMS recomienda a los gobiernos nacionales que cumplan la legislación en materia de etiquetado de alimentos e insta a los ejecutivos locales a que pongan en marcha programas que fomenten hábitos de vida saludables. “Se puede facilitar que los consumidores tomen decisiones fundadas al respecto si se les garantiza el acceso a una correcta información”, explica la organización.
Ana Muñoz