Según el estudio ALADINO, un 44,5% de los niños españoles tienen exceso de peso, y un total de 42 millones de niños son obesos, según datos de la OMS. “Tras leer estos datos, pensé en las posibles causas de la obesidad infantil, las que clásicamente hemos atribuido a la alimentación y al ejercicio físico. Sin embargo había un dato, al que pocos autores hacían referencia y los pocos que se referían a ello, llegaban a la conclusión de que efectivamente había una relación. Por ello, dada la hipótesis de esta nueva relación, la escasez de información relativa al tema y la importancia que cobra cada día el sobrepeso y la obesidad infantil, yo quise realizar una revisión de la literatura científica para sintetizar toda la información que había”, argumenta Casado.
Tras analizar los diferentes artículos pudo llegar a la conclusión de que efectivamente existía esa relación en la que intervenían numerosos factores “como por ejemplo el efecto de las hormonas leptina y grelina; de tal manera que al no dormir lo suficiente, la hormona grelina aumenta, lo que hace que aumente el apetito, y la hormona leptina disminuye por lo que la saciedad decae”, prosigue.
“Otra de las posibles causas de esta asociación son, que al no dormir lo suficiente, nos levantamos más cansados al día siguiente y no realizamos ejercicio físico; además, el no dormir aumenta nuestra ansiedad, lo que nos lleva a comer alimentos saciantes ricos en calorías y en definitiva a engordar”, explica Casado.
Durante las jornadas, Lidia quiso recalcar en su trabajo la importancia que tenía la enfermera, “ya una de las herramientas más potentes de las que disponemos es la educación para la salud, en la que podemos abordar con padres y niños la importancia que tiene el sueño en prevenir esta enfermedad”, relata. “Plasmé todo el trabajo en un poster científico, y gané un premio en las jornadas”.
Alicia Almendros