Rocío de Diego Cordero

Rocío de Diego es enfermera y especialista en Enfermería del Trabajo. De ahí viene toda su experiencia clínica. Lleva siete años dedicada a la docencia y a la investigación y esto último lo practica con un grupo llamado Innovación en cuidados respecto a los determinantes sociales en salud. Esta enfermera no sólo se ha centrado en los determinantes sociales de salud, sino que también ha dedicado su carrera profesional a investigar en salud laboral y ha tocado cuestiones de género. Gran parte de su recorrido profesional lo ha destinado a abordar el plano espiritual, el que considera decisivo y determinante en la salud de la población.

A raíz de sus múltiples investigaciones, esta enfermera ha sido premiada en el 43º Certamen Nacional de Investigación en Enfermería de San Juan de Dios, en la modalidad Trabajo de Investigación. Un reconocimiento que se enmarca en la modalidad de Trabajo de Investigación y que se centra en una investigación que relaciona la salud mental con la salud espiritual.

“Soy una convencida de que la salud espiritual redunda en la práctica clínica, no solamente en el paciente, sino en los propios profesionales de la salud. Lo afirmé en el pre Covid, lo vi claro durante el mismo y lo he vuelto a afirmar en el post Covid. Hace no mucho tiempo escuché en una jornada que la profesión sanitaria es una profesión eminentemente espiritual. Y eso es precisamente lo que hemos visto en este proyecto. Hemos realizado diferentes entrevistas a profesionales de la salud para ver qué cuidado espiritual estaban dando ellos”, cuenta la premiada.

Centrándose en la salud espiritual, el proyecto de esta enfermera ha realizado una comparativa entre España y Portugal donde, a través de un estudio multicéntrico han hecho una comparativa para conocer si existe un componente cultural que pudiera estar marcando esta cuestión en el abordaje que se le presta.

Así, entre las muchas conclusiones, la investigadora ha afirmado que en el caso de las enfermeras “están dispuestas a brindar cuidados espirituales. Lo consideran un pilar fundamental en el abodaje del paciente con salud salud mental y lo consideran esencial para los propios profesionales, como una herramienta para brindar mejores cuidados, para apoyarse cuando hay situaciones difíciles durante el trabajo”, sigue de Diego.

Esta enfermera se ha centrado en la importancia de la espiritualidad en la prestación de cuidados, pero en su sentido más amplio. Así, otra de las conclusiones que ha extraído es la falta de recursos y de formación. “La mayoría de los profesionales dice que durante los estudios de grado no recibe formación específica sobre salud espiritual. Se les da alguna pincelada fundamentalmente unida a los cuidados paliativos, pero, por supuesto, no se le da el abordaje ni de salud mental ni de promoción de la salud”, continúa.

“La salud mental y espiritualidad en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios: un estudio en España y Portugal” ha sido el trabajo capitaneado por esta enfermera premiado. Un reconocimiento que, tal y como afirma esta investigadora le ha otorgado la oportunidad de lograr “dar visibilidad a una cuestión que forma parte indisoluble del cuidado que damos. Así damos a conocer una línea de trabajo hasta el momento desconocida y con la que actualmente trabajamos sin financiación”, concluye la enfermera del Trabajo.

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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