Siempre ha sido una persona accesible y cercana, que ha trabajado por la mejora continua, por el respeto por todos, aprovechando el talento de quienes tenía a su cargo, fomentando su máximo desarrollo profesional y personal con el objetivo de lograr la excelencia de los servicios sanitarios. Y lo ha hecho en los tiempos más complicados, personales y profesionales, sumidos en la lucha contra una pandemia que ha puesto en jaque el planeta entero. Ahora seguirá con su misma hoja de ruta vital y profesional desde la Dirección de Enfermería del hospital de Cuenca
Durante el tiempo en el que ha ejercido como directora general ha abordado temas tan importantes para la profesión como el apoyo a la implantación de la receta electrónica que permite la prescripción enfermera, la enfermería como eje vertebrador del sistema sanitario entre la salud comunitaria y la continuidad asistencial o el desarrollo de competencias avanzadas. También la implantación de medidas que reconozcan el compromiso de la enfermería en la salud comunitaria, especialmente con las personas más vulnerables.
Ha trabajado intensamente por la humanización, en la mejora del modelo de continuidad asistencial y en centrar la asistencia en el paciente y su familia, potenciando la prevención y la promoción de la salud.
Es importante resaltar también su compromiso para incorporar, fomentar y desarrollar la cultura de la Práctica Clínica Basada en la Evidencia con su apoyo dentro de la comunidad autónoma al Centro Coordinador Autonómico de Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados, BPSO Host Regional de Castilla-La Mancha, a la incorporación de los centros candidatos y la implantación de nuevas guías alineadas con el Plan de Salud de la región. De esta manera ha dejado constancia de la capacidad de las enfermeras para liderar iniciativas relacionadas con la calidad de los cuidados, además de fomentar la investigación en su propio marco de conocimientos
Pero lo más importante, como reconoce toda la Enfermeria, ha sido su incansable compromiso profesional y personal a pesar de las dificultades sobrevenidas, los desacuerdos entre profesionales de distintas disciplinas y la necesidad permanente de luchar por el respeto a nuestra profesión desde el puesto que ocupaba, aumentando cada día su capacidad de resiliencia.
Desde muchas instituciones enfermeras, como el Consejo General de Enfermería de España, se agradece su entrega y compromiso, su calidad humana, responsabilidad, apoyo y compañerismo, demostrado durante estos cuatro años en los que ha sido un ejemplo para las personas que han tenido la suerte de trabajar con ella. En esta nueva etapa de su vida, seguirá siendo una fuente de inspiración para todas las enfermeras y enfermeros.
Por Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera.