La Fístula Arteriovenosa es un acceso vascular creado quirúrgicamente para facilitar la hemodiálisis en pacientes con insuficiencia renal. La vigilancia de la FAV es esencial para detectar cualquier problema a tiempo y garantizar su buen funcionamiento, tanto por la morbimortalidad asociada como por su repercusión en la calidad de vida del paciente.
La monitorización del flujo sanguíneo en la FAV es una de las formas más comunes de seguimiento y se puede realizar mediante diversas técnicas, ha informado la Junta en un comunicado.
Una de las más novedosas y que se ha incorporado recientemente en el Servicio de Hemodiálisis del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca es el método de cribado dilucional por ultrasonidos, que permite medir el flujo sanguíneo del acceso vascular y su recirculación.
Precisamente el trabajo premiado en las Jornadas presenta los resultados de la utilización de este método en un grupo de 23 pacientes sometidos a diálisis en el centro sanitario conquense y concluye que, gracias a este dispositivo, se ha logrado alargar la vida útil del acceso vascular de los pacientes conquenses y mejorar la calidad de su diálisis.