Si bien la Defensora del Pueblo recalcó en el mes de septiembre que las doulas “no reúnen las condiciones ni las cualificaciones legal y reglamentariamente exigidas”, las matronas denuncian que hasta ahora el Ministerio no se ha posicionado con contundencia al respecto. Emilia Redondo explica que “lo único que hizo fue eliminar la figura de la doula de la Estrategia del Parto Natural, en el que estaban incluidas como personal sanitario”, pero su implicación no ha ido más allá. Esta misma matrona ha explicado que las firmas recogidas proceden “tanto de profesionales de la salud como gente de la calle. Es un tema que nos toca a todos. Intrusismo hay en todas las profesiones, pero a nosotras nos preocupa la vida de la madre y el niño”.
Por su parte, Gloria Boal ha asegurado que con la entrega de estas firmas en el registro no termina su lucha, y ha asegurado que harán “todo lo que sea necesario hasta erradicar ese intrusismo”. En este sentido, cuentan con el apoyo del Consejo General de Enfermería, que ya alertó el pasado mes de febrero de los riesgos que la acción de estas personas entrañaba para la salud de las madres y los bebés, al incitar a las mujeres a prácticas que entran en conflicto con las medidas más básicas de salud pública.
Según el informe llevado a cabo por un Comité de Investigación del que formaron parte Molina, Redondo y Boal, junto a expertos de la Organización Colegial, las doulas a menudo recomiendan a la madre apartarse de su familia, evitar cualquier tipo de contacto con profesionales sanitarios y practicar rituales entre los que destaca la ingesta de la placenta, algo que, según han concluido diversos trabajos científicos, no tiene beneficios demostrables sobre la salud. Además, la actividad de las doulas no está reconocida en el Impuesto de Actividades Económicas y por eso se suele desarrollar en cauces de economía sumergida.