Para ellas, el objetivo fundamental es ofrecer a los pacientes una amplia variedad de recursos prácticos de autocuidados que les permitan afrontar de forma eficaz las experiencias vitales difíciles que pueden provocar síntomas de malestar físico y emocional. Asimismo, Izaguirre y Menéndez comentan que “también nos propusimos medir el efecto a largo plazo sobre la toma de fármacos, un dato que no hemos visto reflejado en otros estudios de efectividad de mindfulness”.
Tras realizar un pilotaje en el centro de salud del Coto (Asturias), propusieron formar a más profesionales para implantar el programa en siete centros más y a día de hoy cuentan con resultados de efectividad a largo plazo de 28 intervenciones grupales hasta 2018. “Estos resultados muestran que el programa ayuda a los pacientes a reducir la medicación, reduce los síntomas, mejora las relaciones interpersonales, aumenta su nivel de autocuidados y mejora su percepción de calidad de vida”, resaltan.
Tal y como ellas mismas destacan, “este premio es un gran reconocimiento de nuestro servicio de salud por la labor que las enfermeras estamos realizando con este trabajo, que, además de innovador, demuestra que es efectivo en la reducción de malestar y el consumo de psicofármacos”.
Ángel M. Gregoris