Él, que ya ocupó este puesto hace cinco años, reconoce que cuando inició, en su momento, el proyecto de universidad saludable se convirtió en referente nacional e internacional. Ahora, recién aterrizado, tiene el reto de darle un nuevo impulso para recuperar la fuerza que tuvo en su momento.
Asimismo, el enfermero reconoce que “nos encontramos en una situación muy complicada y ello influye de manera muy significativa en el desarrollo de la actividad universitaria, tanto de los trabajadores (Profesorado y Personal de Administración y Servicios) como del estudiantado”.
Cuatro años por delante en los que pretende trabajar “de manera muy estrecha con todos los centros, unidades, colectivos, agentes sociales, delegados de seguridad laboral… para impulsar todas aquellas acciones del proyecto de universidad saludable, que permitan configurar un espacio saludable en todos los ámbitos y en el que va a ser muy importante la participación de todas y cada una de las partes de una manera actica”.