Con escasos patrocinios para poder formarse en este deporte, Gálvez ha logrado llegas hasta donde está a base de becas internacionales. Para ella, el tiro no es un trabajo, sino una pasión. Tras su quinto puesto en Londres 2012 y su cuarto en Río 2016, ha logrado el reconocimiento como tiradora en el país del Sol Naciente.
“He sufrido un poco al principio porque no veía el plato en la salida. El comienzo ha sido un poco desastre, pero lo importante es que hemos remontado. Tenía la confianza de que iba a salir todo bien. Mentalmente, estábamos muy preparados”, ha afirmado tras recoger la medalla.
Desde el Consejo General de Enfermería han aplaudido la proeza de Gálvez y su presidente ha expresado el orgullo por ese éxito y por el trabajo que hay detrás para llegar tan lejos como ella ha llegado. “Es un orgullo ver cómo una compañera lucha día a día por su sueño y esta medalla es un ejemplo de la perseverancia y el tesón que nos caracteriza a las enfermeras. Enhorabuena, Fátima”, destaca Florentino Pérez Raya, presidente de la Organización Colegial.