Los pacientes que se encuentren en estos tratamientos tienen como principal dificultad la eliminación de líquidos. Al no funcionar el riñón necesitan controlar la ingesta, no sólo de agua, sino también de los alimentos que ingieran los cuales también aportan líquidos.
Con esta herramienta para 'smartphones' se podrá medir el nivel de agua que tienen los alimentos sólidos más comunes, con el fin de que los afectados no sobrepasen los límites de peso, en torno a dos kilos y medio, previo al tratamiento de diálisis.
Si estos pacientes llegan al tratamiento con más peso debido a la retención, además de conllevar mayores complicaciones para su salud, también aumenta el tiempo de exposición en diálisis, ya que se dificulta eliminar el sobrante y limpiar la sangre en una única sesión, lo que incrementa el tiempo de tratamiento y el coste del mismo.
Redacción