A la hora de preparar la investigación se estableció un grupo control y un grupo de intervención. En el primer grupo se encuentran pacientes que estuvieron en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), cuyos datos se obtienen a partir de la historia clínica, y el segundo grupo está formado por pacientes oncológicos que aprenden la técnica de relajación mediante una sesión y después se les hace un seguimiento telefónico semanal durante un mes.

El estudio, de carácter multicéntrico, se desarrollará en varios hospitales españoles y llegará a entre 400 y 500 pacientes que padecen o han padecido cáncer y que presentan ansiedad, según informó el Gobierno de Cantabria. “La experiencia que tenemos hasta el momento es muy buena. En general, los pacientes aprenden fácilmente la técnica y, a pesar de que la muestra es pequeña todavía, contamos con personas que han conseguido aumentar sus horas de sueño y disminuir el consumo de fármacos”, subraya Paula Parás, profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería de Cantabria.

El proyecto tiene como objetivo principal “mejorar la calidad de vida de los pacientes, proporcionándoles una herramienta más para convivir con una dura, compleja y muchas veces larga enfermedad”, resalta la enfermera.

Para ella, este galardón supone un reconocimiento “al trabajo duro y a la investigación seria y rigurosa en enfermería”. “Hay que fomentar la investigación en enfermería, pero hay que investigar bien y para ello hay que formarse y exigir que los que investigamos y/o gestionan los trabajos lo estén porque si no es así, estamos abocados a la mediocridad”, apunta Parás.

Por último, ha querido “invitar a los gestores sanitarios a que reflexionen y que no sólo fomenten la investigación en enfermería sino que la faciliten de forma tangible”.

Ángel M. Gregoris