Tras el análisis de 368 pacientes, el estudio concluyó que la satisfacción con la atención domiciliaria de enfermería es elevada y que la familia representa el principal apoyo social de los pacientes. Además, se comprobó una intensa participación de enfermería en la atención domiciliaria, aunque también un bajo nivel de cumplimentación del protocolo de cuidados a pacientes inmovilizados contenido en la historia clínica, detectándose un escaso número de diagnósticos de enfermería relacionados con las características clínico-epidemiológicas de los pacientes.
“La atención domiciliaria precisa de una enfermería cualificada y comprometida, a la que la población identifique como referente de sus cuidados. Los resultados obtenidos señalan un amplio margen de mejora en la implementación de los cuidados de enfermería, así como en su adecuado registro en la historia clínica”, apunta el enfermero. Asimismo, Francisco García considera que esta investigación “debe inspirar mejoras en cuanto a su planificación y ayudar a descubrir oportunidades para una mejor gestión de la atención sociosanitaria”.
Ángel M. Gregoris