Susana Pérez empezó su andadura profesional en el año 1991 en la 6ª planta de la Clínica Universidad de Navarra (Trasplantados) y ahí ha ejercido, como enfermera de planta, hasta hace dos años cuando pasó a supervisora de la misma.
Su candidatura fue impulsada por la Asociación navarra de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Atehna), quien destaca las "cualidades profesionales y personales" de la premiada.
"Es admirable ver a profesionales de la enfermería reflejar en su rostro el sufrimiento que el enfermo le trasmite, poner ternura tranquilizadora con su presencia a la angustia que trasmite un cuerpo cuando pide auxilio y lograr mitigar la extrema inquietud del paciente. Susana reúne todas esas cualidades, sin poner límites a su labor profesional en cuanto al tiempo, esfuerzo o constancia. Se lo merece de verdad", explica Antonio García, presidente de Atehna.
La candidatura ha contado en la Comunidad foral con el apoyo de la Asociación Navarra contra la Fibrosis Quística y la Asociación Navarra para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer).
"Susana representa a tantas y tantas enfermeras, auxiliares, celadores, que alguna vez, en los momentos duros, supieron mitigar el sufrimiento de muchas personas enfermas", explican dichas entidades, quienes recuerdan que "la palabra trasplante significa vida" y reiteran su agradecimiento tanto al donante como a "todas las personas que hacen posible el trasplante".
"Son muchas las personas que se movilizan para un trasplante. Queremos animar a todos los profesionales que lo hacen posible a seguir su línea de superación, en cantidad y calidad", explica Cristina Mondragón, presidenta de la asociación contra la Fibrosis Quística, enfermedad genética que afecta sobre distintos órganos, sobre todo pulmones, y que en casos graves puede derivar en un trasplante pulmonar o hepático.