“Me lancé a ayudar como lo hubiese hecho en cualquier circunstancia. Soy enfermera por vocación y aunque no hubiera estudiado la carrera habría actuado igual porque me sale automático”, cuenta Paulero, que reconoce que se siente muy contenta por el reconocimiento que ha recibido y por cómo se ha volcado la gente con ella.
La enfermera, que trabaja desde hace 15 años en este supermercado, reconoce que le gustaría trabajar en un hospital, pero que, “según están ahora las cosas y con una familia es muy difícil dejar un trabajo fijo para irse a buscar sin tener algo seguro”.
Paulero acabó la carrera hace dos años y actualmente sigue formándose con cursos para no dejar del todo la profesión porque, como ella misma indica, “es una pena que gente con vocación y bien preparada no podamos ejercer la enfermería”.
Redacción