Aunque todavía no hay conclusiones porque el proyecto está en fase de diseño, Ladrón considera que todas las profesiones sanitarias y especialmente la enfermería por su cercanía con el paciente van a sufrir cambios por la aparición de las nuevas tecnologías. “Buscamos responder a estas cuestiones porque de momento hay escasos estudios de calidad de uso de nuevas tecnologías para trastornos de la conducta alimentaria”, explica el enfermero.
Para él, lograr este galardón “puede ser de gran ayuda para llevar el proyecto a cabo, no sólo por el premio económico, sino por la ayuda metodológica que conlleva”. Además, resalta la necesidad de que los enfermeros pierdan el miedo a la investigación, “ya que estamos en una situación de privilegio para realizarla al ser los profesionales sanitarios que más cerca estamos del paciente y, por lo tanto, la fuente principal de datos”.
Ángel M. Gregoris