María Rosario Orzanco

La percepción de las características ambientales del área metropolitana de Pamplona, tales como disponer de servicios a menos de diez minutos del domicilio, el estado de las infraestructuras para peatones y ciclistas, la estética del barrio, la seguridad ciudadana o el tráfico, condiciona la actividad física de los ciudadanos. De hecho, la influencia de las áreas geográficas de la comarca en el ejercicio es tal que aquellos que viven en los distintos barrios de la capital caminan habitualmente más que los residentes en los municipios que rodean la ciudad.

Estos datos aparecen recogidos en la tesis doctoral defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por María Rosario Orzanco Garralda, enfermera en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. “Este estudio es un buen ejemplo del trabajo de colaboración institucional entre la Universidad Pública de Navarra, la Dirección de Atención Primaria y los Centros de Salud”, resalta la nueva doctora.

María Rosario Orzanco ha realizado un estudio sobre cómo influyen las características ambientales y los factores psicosociales en la práctica de la actividad física de la población adulta (entre 18 y 65 años) del área metropolitana de Pamplona. Para ello, encuestó a 905 personas (55%, mujeres y 45%, hombres), a las que preguntó por cuestiones tales como las características urbanísticas del entorno en que viven, los niveles de actividad física realizados, las barreras que perciben o el apoyo social que encuentran para hacer ejercicio.

La unidad de estudio fue la zona básica de salud. “Atendiendo a criterios geográficos y funcionales que pueden influir en la práctica de la actividad física, se agruparon en tres áreas de estudio”, apunta Mª Rosario Orzanco. El área centro englobaba las zonas básicas de salud situadas en la meseta de Pamplona (Casco Viejo, II Ensanche, Iturrama y San Juan); el área intermedia, las correspondientes a los barrios periféricos de Pamplona, sin incluir Mendillorri (Azpilagaña, Chantrea, Echavacoiz, Ermitagaña, Milagrosa, Rochapea y San Jorge), más la localidad de Ansoáin; y el área de la periferia, el resto de los municipios que forman parte del área metropolitana y están incluidos en las zonas básica de salud de Barañáin, Berriozar, Burlada, Huarte, Noáin, Orkoien, Villava y Zizur, junto con Mendillorri.

Percepción del ambiente

“La actividad física de los residentes está condicionada por la percepción de las características ambientales, como la densidad residencial, el acceso caminando desde sus domicilios a servicios en menos de diez minutos, el número de interconexiones entre las calles, el estado de las infraestructuras para peatones y ciclistas, la estética del barrio y la seguridad ciudadana y de tráfico, así como por disponer de elementos que faciliten la práctica de actividad física en los hogares y la proximidad a los domicilios o lugares de trabajo de espacios e instalaciones deportivas”, señala Orzanco, cuya tesis doctoral fue dirigida por dos docentes del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad: el catedrático Francisco Guillén Grima y la profesora Inés Aguinaga Ontoso.

Además, según el estudio, los residentes en las áreas centro e intermedia caminan más en desplazamientos habituales de la vida cotidiana y durante el tiempo libre que los vecinos del área periférica y “perciben que el entorno del área centro fomenta más que el resto de las zonas el desplazamiento activo de los residentes”. “En dicha área notan que es más fácil llegar a pie o en bicicleta a múltiples destinos como escuelas, oficinas, tiendas, bancos, restaurantes, cines o centros sanitarios”, añade Orzanco, cuya tesis ha sido calificada con sobresaliente “cum laude”.

A ello se suma que disponer de paseos próximos a los lugares de residencia se asocia con “un mayor nivel de actividad física moderada”, mientras que “tener cerca de los domicilios o lugares de trabajo instalaciones deportivas se vincula con una mayor práctica de actividad física vigorosa”.

Tener perro y caminar

La tesis recoge otros resultados. Por ejemplo, que poseer perro y el hecho de que las calles de residencia tengan numerosas conexiones entre ellas se asocia a caminar más durante el tiempo libre; la percepción de tráfico lento se relaciona con una mayor actividad física en periodos de ocio; la presencia de árboles en las aceras favorece y anima a las personas a realizar sus desplazamientos caminando; y el desarrollo de infraestructuras que facilitan la movilidad de los peatones está vinculado con un mayor uso de la bicicleta.

Finalmente, las personas con patrones de actividad física más inactivos señalan “la falta de tiempo, de compañía o de interés o la mala climatología como los motivos que les impiden realizar ejercicio de manera regular”, concluye.

Redacción

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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