Raquel Martín

Raquel Martín Martín, de 26 años y natural de Benacazón, ha obtenido el segundo premio al mejor residente del Hospital Virgen del Rocío durante 2016. Es la primera vez que la categoría de Enfermería logra esta distinción. La joven, perteneciente a la promoción 2014-2016 de la especialidad de Enfermería Pediátrica, ha competido con 141 residentes de 46 especialidades distintas finalizadas durante este año.

¿Vivió alguna situación de pequeña que le hiciera decantarse por el ámbito sanitario?

No, de hecho, apenas tuve contacto con el hospital y nunca me sacaron sangre. La primera vez que me sacaron sangre fue de prácticas en Enfermería.

Pese a su juventud ya cuenta con una trayectoria académica y profesional...

Cuando finalicé mis estudios de Enfermería, trabajé en verano en San Juan de Dios, en la planta en donde finalicé mis prácticas. Entonces quería ser matrona y me planteé hacerlo en Inglaterra, ya que lo veía más accesible que el EIR aquí en España; me fui en febrero, justo después del examen EIR al que me presenté previamente. Allí trabajé en una residencia como enfermera varios meses; estando allí me enteré que tenía plaza para hacer Matrona en Sevilla y me viene en mayo para empezar la especialidad en el Virgen Macarena. Cuando finalicé, apenas había trabajo como matrona y decidí hacer otra especialidad; me volví a presentar de nuevo al EIR y decidí hacer Enfermería Pediátrica. Además de esto, me he graduado en Psicología. Y este verano trabajé de nuevo en el Hospital San Juan de Dios.

¿Por qué se decantó por esta especialidad?

Decidí hacer como segunda especialidad Pediatría porque era la que más complementaba a la primera, a Matrona. Como matrona me sentía insegura cuando tenía que atender al niño. Además, siempre me ha gustado la Pediatría y la Psicología Pediátrica, y siento mucho interés por la vinculación madre-hijo.

¿Por qué cree que ha sido merecedora de ese premio?

Creo que el esfuerzo realizado durante la especialidad se ha visto recompensado. La Especialidad de Pediatría en el Virgen de Rocío exige mucha dedicación, no es sólo la labor asistencial; es también la formación, la investigación y la docencia. Por otro lado, este premio no me lo hubieran concedido sino hubiera sido porque he tenido muy buenas compañeras de especialidad, Lupe y Cristina. Ambas me han animado en cada momento, y me han apoyado y ayudado durante estos dos años, al igual que mis tutores de la especialidad, Elena, Carmen y Pedro.

¿Qué importancia tiene esa distinción?

Este premio supone un reconocimiento a la labor de Enfermería, ya que es la primera vez que una enfermera logra alcanzarlo. Hasta ahora el premio siempre había sido para residentes de otras categorías, como médicos y farmacéuticos, para los cuales la residencia es más larga y tienen más oportunidades de conseguirlo que los enfermeros/as, quienes sólo contamos con dos años.

¿Qué recuerdos tiene relacionado con las especialidades que ha estudiado?

En la especialidad de Matrona recuerdo un parto muy bonito de una mujer que vino en dilatación completa de su casa y el bebé nació envuelto en la bolsa amniótica. Fue para mí un parto precioso que me emocionó mucho por el control que tenía la madre de su parto y el apoyo de su marido.

Por otra parte, en la especialidad de Enfermería Pediátrica, recuerdo cuando le ofrecí a una madre coger a su bebé ingresado en la UCI neonatal por primera vez. El niño hacía 5 días que había nacido e ingresado inmediatamente tras el parto, y hasta ese momento no lo había podido sostener en brazos. Recuerdo cómo le puse al bebé en método canguro, en contacto directo con el pecho de su madre, y cómo los padres vivieron ese momento con gran emoción: fue un momento mágico para los tres que por primera vez estaban juntos y que me permitieron compartir con ellos.

¿Quién fue su primer paciente?

Recuerdo durante mis prácticas en el Hospital de San Juan de Dios de Sevilla a un hombre ciego que había ingresado y que me reconocía por mis manos frías, recuerdo que siempre que entraba a su habitación le daba mis manos para que me las tocara y siempre decía: “ya está aquí mi enfermera de las manos frías y corazón caliente”, y sostenía mis manos con las suyas hasta que me las templaba mientras me contaba qué le había pasado en el día.

¿Cuáles son sus planes de futuro?

Tal y como está la situación laboral actual es difícil plantearse el futuro a largo plazo, a pesar de toda la formación que poseo y todo el esfuerzo que me ha supuesto tener dos especialidades de Enfermería, Matrona y Enfermería Pediátrica, y de ser también psicóloga, se abren pocas puertas, desgraciadamente. Pero esto no me quita las ganas de seguir formándome; me gusta superarme a mí misma, por eso en principio voy a empezar el doctorado. Me gusta la docencia, aunque también me gustaría compaginarlo con la labor asistencial. Tampoco descarto hacer el máster de Psicología Infantil.

Nadia Osman García

Contenido revisado en Marzo de 2024.
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