Y en este marco profesional, Miguel Sánchez Bujaldón ha logrado el reconocimiento de sus compañeros enfermeros del Colegio Oficial de Almería. Son decenas los que se han movilizado para elegirlo como Enfermero del Año. Una distinción que otorga el Colegio Oficial de Enfermería a petición de los propios delegados. Sánchez Bujaldón se reconoce “ilusionado” e irá al Colegio a agradecer esta distinción que se entrega con motivo de la fiesta del Patrón.
Quiere pensar, el ya Enfermero del Año, que su labor docente -es profesor universitario de Ciencias de la Salud en la Universidad de Almería (UAL) desde hace 17 años- es lo que ha “arrastrado” a tantos colegiados a apostar por él como Enfermero del Año. “Son cientos de alumnos a los que he tratado de meter el gusanillo de la Salud Mental”, aclara.
Ilusión
Un gusanillo que él tiene desde el inicio de su carrera profesional y que le lleva a desarrollar su puesto con gran ilusión, reconoce. Tanto es así, que entre 1987 y 1989 se formó como enfermero especialista en Salud Mental. Una apuesta formativa que, entiende, redunda en la mejor calidad de la asistencia a los enfermos de Salud Mental.
Si las administraciones apuestan por formar, lo lógico, asegura Sánchez Bujaldón, es que ese esfuerzo se traduzca después en plazas específicas para las especialidades enfermeras.
De momento, mantiene intacta su motivación por atender de la mejor manera posible a todos aquellos pacientes que entran en su consulta y sigue propagando los parabienes de la Salud Mental tal y como hoy se desarrolla, de modo que esta especialidad deje de ser la “Cenicienta”. Un trabajo que, a tenor del abundante número de firmas que ha cosechado su candidatura como Enfermero del Año, es más que reconocido por sus compañeros.