Francisco Álvarez

Francisco Álvarez Vergel es un joven enfermero de 27 años natural de la localidad sevillana de La Puebla del Río. Estudió enfermería en la Hispalense y, tras finalizar sus estudios en 2013, comenzó a trabajar para la Concejalía de Deportes de Coria del Río, cubriendo las actividades deportivas de la localidad durante cuatro años. Además, ha trabajado en DECU, en el centro de transfusión sanguínea, en una residencia de ancianos, y en el Club de Atletismo cigarrero – en una UVI móvil cubriendo las pruebas deportivas junto a un médico y un conductor de ambulancia –. Actualmente, y desde la pasada temporada, trabaja en los servicios médicos del Real Betis Balompié.

Francisco se encontraba en la localidad gerundense de Lloret del Mar acompañando a las categorías inferiores del Betis a un campeonato. Por la mañana no había competición y junto a unos compañeros decidió dar un paseo. Andaban tranquilamente cerca del hotel de al lado del que se alojaban cuando empezaron a escuchar fuertes gritos. "Al principio pensé que eran chavales de fiesta, pero empecé a escuchar a una mujer decir: ¡Qué se está muriendo!".

Un amigo del protagonista se asomó por la tapia y pudo comprobar cómo sacaban a un hombre que parecía estar muerto de la piscina. Francisco supo automáticamente que tenía que actuar y corrió hacia la puerta del hotel. El guarda de seguridad empezó a correr tras él creyendo que se colaba. 

Cuando por fin pudo localizar la piscina se encontró una desoladora escena. "Una chica estaba al lado del hombre dándole tortazos, era la animadora del hotel. Su mujer lloraba, y el resto de la gente guardaba un silencio que sólo rompían para decir: se muere". 

Según el protocolo, el joven cigarrero comprobó el nivel de conciencia, empezó a tortearlo un poco, valoró la respiración y el pulso. "Tenía los labios cianóticos, y pulso cada 20 o 30 segundos". Pidió que le trajesen el desfibrilador de su habitación, al ponerlo decidió que no era desfibrilable, por lo que empezó con la reanimación. "Estuve siete minutos reanimándolo, yo creía que se moría. Me daba miedo que no pudiese aguantar por el tiempo que llevaba inconsciente y por su edad, tiene entre 65 y 70 años". 

La ambulancia tardó 15 minutos en llegar debido al tráfico del fin de semana, por lo que Francisco continuó reanimándolo. "Llegué a pensar que estaba haciéndolo por intentarlo, pero que no iba a servir de nada. Yo ya estaba muy cansando y no tenía a nadie con quien turnarme".

Cuando pasaron los siete minutos el hombre hizo el amago de vomitar y empezó a expulsar agua por la boca: "Yo lo puse de lado y sólo hizo eso, sin más signos de vida. Lo volví a valorar y seguía igual".

Llegaron los Mossos d'Esquadra, la gente seguía en silencio y se escuchaba el llanto de algunos niños asustados. Francisco siguió reanimándolo dos minutos, y el señor empezó a mover las manos cada vez con más fuerza. Se las colocó en el pecho, dando la sensación de que tenía un fuerte dolor torácico. "Entonces empecé a estimularlo fuertemente y sin cesar. Y de repente abrió los ojos. Empecé a hablarle y a tranquilizarle, para poder seguir estimulándolo, porque estaba muy tendente al sueño. Me dijo su nombre, se llama Bartolomé". 

A los cinco minutos llegó la ambulancia y el médico de la unidad charló con el joven sobre el suceso. Todo el personal se sorprendió de la pericia de Francisco. "El médico me explicó que tenía un bloqueo de tercer grado, y que como era una arritmia no desfibrilable lo tratarían con farmacología".

¿Qué sucedió exactamente?

La arritmia tiene entre su sintomatología la pérdida de conciencia. "Se ve que Bartolomé se estaba bañando en la parte más profunda de la piscina cuando se quedó inconsciente sin que nadie lo viese. La animadora fue a dar la vuelta en uno de los bailes y se encontró al señor ahogado".

El joven afirma con una sorprendente humildad que "es una satisfacción que no se puede explicar con palabras. Que su hija te invite a conocerlos, que te de las gracias una y otras vez, es increíble".

En la misma línea, Francisco afirma que cualquier compañero haría lo mismo, pero hay que tener valentía y conocimientos. "Después de que todo sucediese, no sabía si todo iba a salir bien. Pensé que podría sufrir ahogamiento seco. Pero ya después me llamaron para decirme que se recuperaba favorablemente. Sólo le rompí una costilla, pero es lo normal en un buen masaje cardiaco". 

Aún escéptico, hace hincapié en que si no llega a pasar por ese lugar en ese momento, el hombre fallece, y con una modestia admirable señala: "Sí, yo le salvé la vida, sí. Pero realmente lo que estaba haciendo es mi trabajo, lo que me tocaba hacer como enfermero. La vida de ese hombre era mi responsabilidad en ese momento".

Francisco estudió enfermería por pura vocación: "Soy una persona muy empática, me gusta ayudar a los demás". Sus incansables ganas de seguir aprendiendo le hicieron participar en varios cursos impartidos por Alfonso Yáñez, director del Experto en Urgencias y Emergencias que organiza el Colegio. Así, después de conocer el carácter profesional y práctico de éste, se decidió a cursar esta formación. 

"Era eso o el máster, y es que este experto está genial, es muy completo y muy práctico. Se tocan muchos materiales y se realizan muchas prácticas. Además es del Colegio de Enfermería. Cumplió con creces mis expectativas. Me gustó, se aprende muchísimo".  

Para salvar la vida de Bartolomé, puso en práctica el protocolo específico aprendido en el Experto y en los cursos de los servicios médicos del Betis.

Cuando el hombre ya estaba consciente, Francisco notó que no podía respirar con normalidad. Le abrió la boca y comprobó que tenía la dentadura removible atascada. Le metió los dedos, la sacó y la tiró en el césped, con la mala suerte de que la pisó un  Mosso d'Esquadra.

Julia Triviño

Contenido revisado en Marzo de 2024.
 © Consejo General de Enfermería 2024
Política de cookies

En cumplimiento del Reglamento (UE) 2016/679 General de Protección de Datos, CGE le informa del uso de cookies técnicas y analíticas, propias y de terceros, que tratan datos de conexión y/o del dispositivo, así como hábitos de navegación para mejorar nuestros servicios. Puede “rechazar cookies”, en cuyo caso, únicamente se instalarán las cookies técnicas necesarias para el funcionamiento de la página web. Puede obtener más información en nuestra Política de Cookies.