Durante la investigación se detectaron 119 errores, lo que supuso un 2,7% de los casos, ya que en cada observación se veía cuántos fármacos tenía prescrito cada paciente. Otro de los principales errores que se detectó fue la omisión en la administración del fármaco. Un 20% de los fallos consistía en que el medicamento prescrito no se llegaba a dar nunca a los pacientes.
González, que logró una calificación de sobresaliente cum laude, asegura que para ella ha sido una gran responsabilidad defender esta tesis porque no quería defraudar a las directoras que habían tenido confianza en ella y, en general, a todo el colectivo de enfermería.
La tesis fue dirigida por las doctoras Paloma Salvadores y María Jesús Durá y el tribunal estuvo constituido por los enfermeros Jaime Zabala, de la Universidad de Cantabria; Marta Losa, de la Rey Juan Carlos, y Ricardo Becerro, de la Complutense de Madrid.
Ángel M. Gregoris